Ghost in the Shell (2017): Crítica, detalles e influencias del manga y anime

La punta de lanza del cine basado en mangas con producción estadounidense, dando comienzo a una nueva moda en Hollywood.

Ghost in the Shell  (Ghost in the Shell: El alma de la máquina en España y Ghost in the Shell: La vigilante del futuro en Hipanoamérica) es una película que fue estrenada el 31 de marzo de 2017, y adapta el manga homónimo de Shirow Masamune, publicado entre 1989 y 1991 (aunque tiene varias secuelas), y que ha contado con varias películas y series anime, la más famosa estrenada en 1995 que supuso un tremendo impacto para el género. Este nuevo filme, dirigido por Rupert Sanders (Blancanieves y la leyenda del cazador) recupera muchas de las claves del manga y sobre todo de la película anime, aunque se olvida de muchos de los planteamientos originales en busca de un nuevo sentido para la obra. A continuación, analizamos esta asombrosa película de ciencia ficción y la comparamos con el primer volumen de la serie manga, la primera película anime y el resto de producciones relacionadas.

Sinopsis de 'Ghost in the Shell'

Nos situamos en un futuro donde la tecnología y los avances robóticos han conseguido unir la fina línea que separa a los humanos y las máquinas. La Mayor es el primer híbrido perfecto entre humano y robot, teniendo un cerebro orgánico y un cuerpo totalmente cibernético, pero a pesar de su perfección, después de haber pasado un año desde su transformación, sólo recuerda fragmentos aislados de su pasado. A medida que avanza la trama, la Mayor irá indagando en su pasado y comenzará a realizar preguntas complicadas sobre quién es en realidad y quiénes son realmente sus aliados. Mientras tanto, trabaja como agente de la Sección 9, dirigida por Aramaki (Takeshi Kitano, Zatoichi) y con leales compañeros, como el bestial Batou (Pilou Asbæk, Juego de Tronos), y una nueva amenaza se cierne sobre la empresa Hanka Robotics, un hacker tecnológico llamado Kuzer que amenaza con acabar con esta poderosa megacorporación.

Influencias de la película

Esta cinta tiene fragmentos e influencias directas tanto del manga original (evidentemente) como de la película de 1995, su secuela del año 2004 (Ghost in the Shell 2: Innocence) y de la serie anime Ghost in the Shell: Stand Alone Complex (2002-2003).

De la obra original manga recoge evidentemente a los personajes principales y momentos de dos de los capítulos más importantes del primer volumen, el tercer acto, titulado "Junk Jungle", en el que un conductor del camión de residuos comienza a atacar a los agentes de la Sección 9 sin tener motivos aparentes, mostrando uno de los conceptos psicológicos más potentes que dio cabida este arco argumental en el manga, tratando el tema de los recuerdos artificiales y la memoria falsa, uno de los temas más estudios en la Psicología de la Memoria. Por otro lado, otro de los capítulos que adaptada - más o menos - este filme es el noveno, "Bye Bye Clay", en el que la Sección 9 entra en contacto con el Tirititero, un peligroso hacker informático, totalmente desconocido pero que está poniendo en jaque a las autoridades políticas japonesas. Este hacker se revela como una entidad nacida del mar de información de las redes informáticas, mucho más que una inteligencia artificial, que asegura ser una nueva forma de vida. Aunque en realidad en el filme live-action de Rupert Sanders el Titiritero no aparece, conceptos como la 'inmersión' que puede realizar la protagonista (La Mayor, Scarlett Johansson) en otras entidades robóticas, para descubrir sus intenciones y sus planes, fue utilizado ampliamente en esta nueva película. 

Pero realmente este nuevo filme de 2017 presenta un aspecto visual que se acerca más a la película anime de 1995, con el tono serio y solemne de aquella propuesta, alejada del tono humorístico que podemos ver en el manga. Además, en la película animada de los noventa el director Mamoru Oshii centró parte de la atención en la ciudad, mostrando numerosas imágenes panorámicas de la misma, algo que también hace de forma recurrente Rupert Sanders, revelando un aspecto visual que recuerda a una de las mayores influencias que tuvo la obra original (el manga), la película Blade Runner (1982). Aunque la historia es bastante diferente, Ghost in the Shell también se introduce en el ciberpunk, subgénero de la ciencia ficción que se centra en la informática y la robótica en megaciudades con cierto tono distópico.

De todos modos, las inspiraciones no se terminan aquí. El villano, a pesar de que recoge muchos de los gestos e incluso personalidad del Tirititero, emulando planos de la película anime de los noventa, no se trata de aquella entidad sino de Kuze, un personaje que tiene un enorme antagonismo en la serie anime emitida entre los años 2002 y 2003, Ghost in the Shell: Stand Alone Complex, de  Kenji Kamiyama. 

Y la aparición de los yakuzas no es aleatoria. Tienen una enorme importancia en la sinopsis de la segunda película anime de Mamoru Oshii, Ghost in the Shell 2: Innocense. Además, en aquella trama se indagaba en la relación entre Batou y Motoko (la Mayor), que resulta vital para entender la cinta live-action de Scarlett Johansson. Por otra parte, muchas escenas, las robots geisha de la primera escena y la doctora Halloway provienen de esta segunda película anime.

Por último destacar que el ritmo se acerca mucho a la versión animada de 1995, y los tempos y conflictos finales son sacados de esta película anime. Por ejemplo, la escena final con el combate entre la Mayor y el Tachikoma (minitanque arácnido de asalto) son un calco. Además, los planteamientos que se hace la protagonista durante todo el filme, la escena donde está nadando entre medusas en el mar y la subsiguiente conversación con Batou en el barco, el combate cuando está en modo invisible en frente de los edificios envejecidos de la ciudad, y un sinfín más de momentos, son sacados de la cinta anime de los noventa.

¿En qué falla la película?

Pero la producción cojea en algunos aspectos esenciales de la obra. Hay que tener en cuenta que las diferencias entre manga, película anime, serie anime y esta película live-action son admisibles, puesto que entre ellas también hay bastantes diferencias en el tono empleado, el planteamiento y el ritmo, pero hay algunos puntos en los que es claramente inferior esta película de Paramount Pictures:

- No hay prácticamente política. Si que está por detrás la empresa Hanka Robotics, pero poco más... Y es un punto importantísimo del manga y las producciones anime. Toda esta maraña política hace ver la complejidad de la vida en el futuro, con una curiosa mezcolanza entre poderes fácticos provenientes de las grandes corporaciones y las autoridades del país nipón... además de las relaciones internacionales. Es una gran decepción su ausencia.

- El principio de la película revienta uno de los puntos clave de la historia original. Sabemos de inmediato qué es lo que es la Mayor y cómo llegó a serlo. En el manga desconocemos realmente el alcance de humanismo del personaje principal y ello conduce a que esté constantemente preguntándose qué es en realidad, si está viva o no y si tiene alma o no... En cambio, los guionistas de esta película cambian las reflexiones y la Mayor en vez de preguntarse qué es en realidad se pregunta quién era anteriormente, antes de convertirse en un híbrido entre humano y robot.

- La bisexualidad del personaje es olvidada... aunque se intenta hacer un guiño cuando interactua brevemente con una prostituta humana... pero nada de nada. Ni se menciona su sexualidad, de hecho no hay nada de ella en todo el filme, y es uno de los aspectos más atractivos del personaje en todas sus otras adaptaciones.

- Cambiaron una historia existencialista y realmente filosófica a una historia que guarda un trasfondo de amor. El villano, Kuze, se revela finalmente como un antiguo amor de la Mayor... muy hollywoodiense y poco interesante. La verdad es que este punto fue colocado sin cortapisa alguna.

Aciertos de la película

- Scarlett Johansson es una Motoko Kusanagi genial. A pesar de la polémica que generó que fuera elegida una actriz con rasgos caucásicos en vez de una oriental para el papel, Scarlett se convierte en un híbrido genial con unas escenas impresionantes a sus espaldas. Su elección viene motivada, entre otras cosas, por su creciente interés por el género superheroico y por sus grandes interpretaciones en Marvel dando vida a la Viuda Negra y el triunfo de Judy, una cinta que sorprendió a todos y que trataba también del superheroísmo y la ciencia ficción. Como curiosidad, la primera actriz elegida para el papel no fue Scarlett sino Margot Robbie, aunque finalmente las conversaciones fracasaron cuando decidió realizar la película Escuadrón Suicida dando vida a Harley Quinn.

- Por otra parte, Takeshi Kitano, dando vida a Aramaki, se convierte en otro de los grandes puntos del filme. Todo carácter, una personalidad fuerte de un actor septuagenario que muestra sus dotes para el cine de acción y su fuerza interpretativa en todo momento. Su voz no fue doblada por ningún actor español, mostrando sus frases en japonés y teniendo subtítulos. ¡Una sorpresa muy grata!

- Las escenas de combate son apabullantes. Lo mejor del cine de evasión. Puro CGI que inunda la retina del espectador. Mención especial a la primera escena, donde la Mayor revienta la ventana y comienza a disparar a todos los criminales, con reminiscencias a Matrix (inspirado, por otra parte, en la película anime de 1995). Pura adrenalina. También la batalla final contra el tanque araña es antológica.

- La ciudad es espectacular. Rupert Sanders nos regala infinidad de secuencias en las que la ciudad futurista se convierte en un actor más de la trama. Presenta claves que la acercan claramente a Blade Runner y otras que homenajean la película anime de 1995.

- La banda sonora, obra de Clint Mansell y Lorne Balfe es otro gran acierto. Crea una atmósfera brutal en cada escena y cada momento de la trama. A continuación, puedes disfrutar de un remix de la canción original del opening de la película anime de 1995, Steve Aoki:

- El homenaje constante a las obras originales es un gran acierto. Puede que hayan adulterado aspectos de la historia y planteamientos filosóficos, pero sus homenajes son de agradecer en este tipo de cine, dirigidos al sector más fiel de las obras originales.

En conclusión...

Una película que deja una sensación agridulce, sobre todo si eres fan de la película anime o del manga. Los homenajes se agradecen, son acertados y bien ejecutados; las escenas de acción son sencillamente de lo mejor que se ha visto en mucho tiempo en el cine de evasión; y las secuencias que muestran la ciudad son apabullantes, recordando a Blade Runner y el género ciberpunk en todo momento... pero olvidarse de la subtrama política, recurrir al amor y cambiar los planteamientos filosóficos provocan un gran agravio comparativo con las obras originales, porque lo nuevo que plantean no es tan interesante ni inteligente. De todos modos, los que no conocen la obra original disfrutarán bastante más del filme.

Tiene pinta de que este título, si tiene el éxito en taquilla que se prevé, se convertirá en franquicia... por lo que esperemos que en una futura secuela recurran a más filosofía y menos explosiones palomiteras. Por otra parte, es la pionera de lo que se pondrá de moda en el cine americano: películas basadas en manga.

FICHA TÉCNICA

Estreno: 31 de marzo de 2017

Duración: 106 min

Director: Rupert Sanders

Guionista: Jamie Moss, William Wheeler y Ehren Kruger

Actores principales: Scarlett Johansson, Takeshi Kitano, Michael Pitt, Pilou Asbæk, Chin Han y Juliette Binoche

Banda Sonora: Clint Mansell y Lorne Balfe

Productoras: DreamWorks Pictures, Reliance Entertainment, Arad Productions, Shanghai Film Group Corporation, Huahua Media
Distribuidora: Paramount Pictures

Producción: 110 millones 

Taquilla (Recaudación mundial): 59 millones en su primer fin de semana

Para amantes de la ciencia ficción y el ciberpunk, además de para seguidores del cine de superhéroes... aunque algún fan se llevará un disgusto debido a algunos planteamientos que cambian radicalmente. Los homenajes y el aspecto visual son lo mejor de la obra, que huele a franquicia.

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