"R. T. se preguntaba a menudo... cuál sería el motivo de que nosotros hubiéramos venido al mundo... eso ahora da igual, pero una cosa tengo bien clara. ¡Para mi la lucha es lo más...!"
Planeta Cómic publica el séptimo volumen (de ocho) de una de las series más adictivas del seinen japonés. Durante siete intensos años, Hitoshi Iwaaki fue forjando un título que después de muchos años ha conseguido situarse como uno de los más complejos, enigmáticos e interesantes del panorama nipón. Pocos títulos son capaces de atar al lector durante tantos años y volúmenes, con tanta clase y con un terror psicológico en el que los miedos humanos son preponderantes.
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No hemos parado de decir que Parasyte es uno de los mejores mangas seinen de todos los tiempos. Bajo una temática de terror, nos presenta una especie de monstruos parasitarios que sustituyen las cabezas de los humanos, dominando todo el cuerpo de sus huéspedes. Las cabezas, por supuesto, son comidas por estos 'parásitos', además de que para mantener su energía vital deben alimentarse rutinariamente de otros humanos, en una carnicería que está provocando un montón de desaparecidos en Tokyo. La cuestión es que el protagonista de la obra, Sinichi, consiguió evitar que el parásito le comiera la cabeza... pero sí que le comió el brazo, sustituyéndolo y provocando una de las uniones entre humanos y 'parásitos' más insólitas que existen. Su relación de amor odio es clave en la trama y, a estas alturas, han evolucionado hacia un punto más elevado de supervivencia.
"A ver si espabiláis... ¿no se supone que los humanos sois los animales más listos sobre la faz de la Tierra?"
Puntuación:
Publicación original: 寄生獣 (Kiseijū), a partir de 1988 por Kodansha (este volumen fue publicado entre 1993 y 1994) Autor completo: Hitoshi Iwaaki Género: Terror, Ciencia ficción, Gore
Páginas: 276 páginas, Blanco/negro, orden de lectura oriental
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La historia hasta ahora...
(Spoiler - no leer si no has leído los anteriores volúmenes)
Ryoko Tamiya ha muerto abatida por los disparos de la policía, después de haber concebido un hijo con su cuerpo humano. Su investigación acerca de la relación entre humanos y 'parásitos' le había colocado en una extraña posición entre sus congéneres, que la comenzaban a ver como una rara avis y una amenaza. Además, su relación con Sinichi era un continuo quebradero de cabeza para este último, aunque a Miggy (la mano parásita de Sinichi) le encandilaba Tamiya...
La situación no podría, de todos modos, ser más desesperada. Sinichi ha descubierto a un nuevo individuo, que se hace llamar Goto, ¡que posee hasta cuatro parásitos en un mismo cuerpo...!, siendo cinco veces (o más) peligroso que sus compañeros... ¡y ha jurado matarle!
Llegados a este punto, no tenemos ni idea de cómo va resolverse todo para el protagonista. La policía ha conseguido seguir la pista de estos seres, pero no está claro ni el papel de Sinichi (y Miggy) en todo esto, ni los secretos reales que guardan los parásitos. Hitoshi Iwaaki consiguió enganchar a toda una generación de nipones con una de las tramas más enrevesadas, intrigantes y, sobre todo, de difícil moralidad, colocando la supervivencia del más apto como trasfondo de una historia en la que los humanos parece que tienen las de perder.
Edición
Planeta Cómic nos trajo, por fin, en castellano este manga que fue publicado originalmente entre 1988 y 1995, y parece extraño que un título de tanto prestigio y tan bien relatado haya tardado tanto en tener versión traducida. La publicación de Planeta suponen ocho tomos rústica, con sobrecubierta, cada una con un color dominante y con un ser parasitario mostrando alguno de los aspectos que puede tener. Los acontecimientos narrados en este séptimo volumen fueron publicados originalmente entre 1993 y 1994.
En conclusión...
Pocas veces he sentido el enganche que tengo con Parasyte. Es una serie adictiva, ligera, ágil y con una intriga permanente que se retroalimenta de sus explosiones de violencia gore y terror. El personaje principal, Sinichi, es extremadamente intenso, evoluciona en cada uno de los volúmenes y el misterio que existe alrededor de su figura y de su parásito, Miggy, no podría ser más evocador. De lo mejor que nos podemos encontrar en el género de terror y misterio del manga.
Pocos mangas consiguen elevarse al nivel de Parasyte.
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