Wild Worlds nos muestra una interpretación propia de Alan Moore del universo Wildstorm y sus personajes más importantes. Varios títulos que funcionan de forma independiente y que ahora han sido recopilados en un espectacular tomo recopilatorio.
Puntuación:
Publicación en España: ECC Ediciones, abril de 2018
Publicación original: WildStorm Spotlight #1, Voodoo #1-4, Voodoo: Dancing in the Dark, Deathblow: By Blows #1-3 en 1997, 1999 y 2000, por Wildstorm (Image Comics)Guión: Alan Moore Dibujo: Travis Charest, Carlos D'Anda, Al Rio, Michael López, Jim Baikie Portada: Michael López
Páginas: 224 páginas, Color
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Majestic: El gran frío
La primera trama es atronadoramente bestial. Alan Moore nos traslada al final del tiempo, cuando la vida en el universo está prácticamente extinguida y le queda poco tiempo al cosmos para desaparecer. Majestic y unos pocos seres de diferentes lugares del universo intentan sobrevivir a su inevitable final en una longeva nave espacial, a la espera de que les llegue la entropía... ¡y vaya forma de hacerlo! Es la mejor historia de estas tres curiosas obras de Moore, con toques de ciencia ficción cósmica mezcladas con conceptos filosóficos y existencialistas, donde Majestic, una suerte de Superman pero de Wildstorm, nos muestra hasta qué punto puede llegar el legado del superhombre. El dibujo es obra de Carlos D'Anda.
Esta trama es realmente curiosa. Queda poco del personaje original, Voodoo, miembro clásico de WildC.A.T.s que es reinventada en una historia que mezcla los bailes exóticos con la mafia, la magia y la prostitución. Es un claro ejemplo de lo que significó la década de los años 90 para el cómic americano. Una sexualización tremenda de los personajes, con mucha testosterona, cuerpos exóticos y tramas que mezclaban diferentes conceptos. Pocos dirían que estamos ante una obra firmada por Moore, que buscó algo totalmente diferente a lo que había realizado en anteriores trabajos artísticos. Los dibujantes de esta miniserie fueron Al Rio y Michael López.
Poco tiene que ver esta historia con respecto a la serie original de Jim Lee y Brandon Choi, creada en 1993 y que fue uno de los títulos más interesantes de este dúo. En primer lugar, porque la serie Deathblow tenía un carácter de género negro mezclado con conceptos de espionaje y bélico que no forman parte de la miniserie de Alan Moore. El autor británico nos traslada a un futuro lejano y distópico, donde diferentes clones de Deathblow conviven y guerrean entre ellos, dentro de una historia revuelta, confusa e intrigante. El aspecto gráfico, obra de Jim Baikie recuerda, aunque parezca mentira, a Frank Miller, con viñetas de extrema violencia.
Este capítulo forma parte de la serie WildC.A.T.s, del número 50, y es un homenaje al equipo completo de los WildC.A.T.s, una despedida de uno de los mejores guionistas de la historia, junto a Travis Charest, dibujante que destacó por haber compartido su andadura con Moore en esta serie.
El tomo que publica ECC Ediciones es espectacular. Presenta las tres historias seguidas, con una cubierta preciosa y un acabado bastante bueno. Hay que mencionar que la impresión es obra de Gráficas Anman, que sustituyó a Liberdúplex.
Tres historias de un universo, el de Wildstorm, donde irrumpió Alan Moore de forma repentina y sorpresiva, demostrando que el mainstream también podía ser sofisticado e inteligente.
"En la sala central, Gemeth, el motor ilustrado, entona solemnemente los últimos millares de nombres de Dios. Algunos son preciosos. Otros, un ruido espantoso... Incomprensible. Insoportable."
Voodoo: Bailar en la oscuridad
Esta trama es realmente curiosa. Queda poco del personaje original, Voodoo, miembro clásico de WildC.A.T.s que es reinventada en una historia que mezcla los bailes exóticos con la mafia, la magia y la prostitución. Es un claro ejemplo de lo que significó la década de los años 90 para el cómic americano. Una sexualización tremenda de los personajes, con mucha testosterona, cuerpos exóticos y tramas que mezclaban diferentes conceptos. Pocos dirían que estamos ante una obra firmada por Moore, que buscó algo totalmente diferente a lo que había realizado en anteriores trabajos artísticos. Los dibujantes de esta miniserie fueron Al Rio y Michael López.
"Jefe, van dos en una semana. ¿Cuántas más? ¿Cuántas bailarinas se necesitarán antes de que tengas lo que necesitas?"
"No lo sé. ¿Cuántas hay?"
Deathblow: Byblows
Poco tiene que ver esta historia con respecto a la serie original de Jim Lee y Brandon Choi, creada en 1993 y que fue uno de los títulos más interesantes de este dúo. En primer lugar, porque la serie Deathblow tenía un carácter de género negro mezclado con conceptos de espionaje y bélico que no forman parte de la miniserie de Alan Moore. El autor británico nos traslada a un futuro lejano y distópico, donde diferentes clones de Deathblow conviven y guerrean entre ellos, dentro de una historia revuelta, confusa e intrigante. El aspecto gráfico, obra de Jim Baikie recuerda, aunque parezca mentira, a Frank Miller, con viñetas de extrema violencia.
"Eh... ¿Quién te crees que eres?"
Reencarnación
Este capítulo forma parte de la serie WildC.A.T.s, del número 50, y es un homenaje al equipo completo de los WildC.A.T.s, una despedida de uno de los mejores guionistas de la historia, junto a Travis Charest, dibujante que destacó por haber compartido su andadura con Moore en esta serie.
Edición
El tomo que publica ECC Ediciones es espectacular. Presenta las tres historias seguidas, con una cubierta preciosa y un acabado bastante bueno. Hay que mencionar que la impresión es obra de Gráficas Anman, que sustituyó a Liberdúplex.
En conclusión...
Tres historias de un universo, el de Wildstorm, donde irrumpió Alan Moore de forma repentina y sorpresiva, demostrando que el mainstream también podía ser sofisticado e inteligente.
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