"¿Te imaginas los toscos que son los sentidos robóticos comparados con los humanos? Solo tengo recuerdos de como sabían o se sentían las cosas"
¿Quieres viajar al mundo de las ideas sin ningún tipo de límite más que la imaginación? ¿Quieres leer un cómic de superhéroes diferente? ¿Quieres acción de la buena e intriga de la más absorbente? Descubre Doom Patrol o lo que es lo mismo, La patrulla condenada, en la mejor etapa que ha conocido la extinta colección, de Grant Morrison (1989-1993), que ahora será reeditada por completo en una edición de lujo por ECC Ediciones.
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Publicación en España: 'La patrulla condenada de Grant Morrison Libro 01: Desde las cenizas', por ECC Ediciones en octubre de 2016.
Publicación original: Doom Patrol #19-29, publicado por DC entre 1989 y 1990
Año: 1989
Guión: Grant Morrison
Dibujo: Richard Case, Doug Braithwaite
Portada: Brian Bolland (tomo), Simon Bisley (originales)
Género: Ciencia Ficción, Superhéroes, Surrealismo
Formato: Cartoné
Páginas: 304 páginas, Color
ISBN: 978-84-16901-07-4 Precio: 29,50 euros |
Contexto histórico: ¡Los británicos conquistan el cómic de superhéroes estadounidense!
Cuando Alan Moore triunfó de forma absoluta como guionista de la serie Alan Moore entre 1984 y 1987, en DC y sobre todo a ojos de la editora Karen Berger, decidieron comenzar a buscar el talento fuera de las fronteras de los Estados Unidos fijando el foco en el lejano y frío Reino Unido. Fue allí donde además de pescar a Moore, natural de Northampton, se encontraron con otros dos grandes escritores que reinventaron para siempre el cómic de superhéroes americano: Neil Gaiman, que creó una de las mejores series de todos los tiempos con The Sandman (1989-1996), y Grant Morrison, que gracias a varios de sus primeros títulos dio forma a varias de las historias más inteligentes y filosóficas que se produjeron en la DC de finales de los años 80, preludio del sello adulto de la editorial, Vertigo.
Grant Morrison era un más que interesante guionista de cómics que gracias a la serie Zenith, de la revista 2000 AD, había conseguido llamar la atención de Karen Berger. El primer título que le propuso no fue La patrulla condenada (Doom Patrol) sino Animal Man con la que durante casi tres años, desde 1988 hasta 1990, reinventó al personaje y sobre todo le dio un tono barroco y surrealista que transformaría para siempre el devenir de su trama y demostraría que en América también valían ese tipo de historias, más intelectuales, existencialistas y profundas. Pero con La patrulla condenada (Doom Patrol), Morrison tendría una proyección más grande aún, escribiendo sus historias durante más años (cuatro, desde 1989 hasta 1993) y con más libertad creativa que en Animal Man. De esta forma, La patrulla condenada pasó a convertirse en un experimento creativo sin precedentes donde el surrealismo y el mundo de las ideas se entremezclaban de forma perfecta con el superheroísmo más arquetípico y ochentero posible, dando como resultado uno de los títulos más originales de su época y a posteriori de la historia de DC Comics.
¿Qué nos encontramos en La patrulla condenada (Doom Patrol)?
Superhéroes con alma
Lo primero que hizo Grant Morrison fue crear un grupo superheroico que mezclaba personajes nuevos y viejos. Entre los veteranos están el profesor Niles Caulder y Robotman (Cliff) a los que se les sumó como novedad otros intrigantes y a medida que los conocíamos apasionantes, Rebis, la fusión entre una entidad mística con un hombre y una mujer, Dorothy Spinner, una niña con una cara horrible y con un poder demasiado descontrolado, y Crazy Jane, una personaje oscura, inestable mentalmente e intrigante... Y Morrison dotó a cada uno de estos personajes de alma y lo van mostrando en cada uno de los capítulos ya que el protagonismo de la obra es coral, ninguno es - a priori - más importante que el resto. A medida que pasan los capítulos vamos descubriendo con gran placer los detalles ocultos de cada uno de ellos, sus motivaciones, sus miedos y sus fantásticos, originales y realmente divertidos poderes, totalmente originales y jamás vistos en el mundo del cómic.
Surrealismo
La marca de la casa de Morrison es, normalmente, el surrealismo y el existencialismo. Salvo historias más clásicas y superheroicas, como sus etapas en All Star Superman, Batman, New X-Men o La Liga de la Justicia, el resto de su biografía destaca por mostrar un alto contenido de temas surrealistas y La patrulla condenada no fue una excepción. Es más podríamos decir que fue donde comenzó a demostrar y a triunfar con este estilo de narrativa, introduciendo personajes y situaciones abstractas y venidas del mundo de las ideas y la imaginación. Así, los villanos que protagonizan este tomo son Los Hombres Tijera, la hermanda de Dadá y los Hombres N.A.D.I.E, personajes que claramente provienen de la imaginación más libertaria e indómita posible.
Y finalmente talento, mucho talento...
Sus tramas son enrevesadas, repletas de detalles y con un alto contenido intelectual. Recomendamos leerlas con plena atención para no perder detalle porque si no se puede complicar el entendimiento, ya que exigen una plena respuesta del lector, que se embarga en un viaje psicotrópico sin igual junto a personajes que enamoran cada vez más con el paso de los capítulos.
El dibujo más que interesante de Richard Case
Con un dibujo sólido y eficaz, Richard Case se ocupó prácticamente de la totalidad de la parte artística de la etapa de Morrison, salvo contados descansos en los que fue sustituido por otros dibujantes como Doug Braithwaite. Su estilo era el ideal para esta historia tan alejada de los estereotipos tradicionales y tan abstracta en algunos momentos, ya que nos reflejaba a la perfección tanto los elementos menos sólidos (ideas, conceptos, entidades abstractas) como a los objetos y personajes más reales y arquetípicos.
Portadas geniales de Simon Bisley
Otro punto clave de esta serie fueron las geniales portadas que realizó el siempre agresivo (en su estilo de dibujo) Simon Bisley, autor ganador del Premio Eisner por su faceta como dibujante de interiores en 1992, pero que ha sido nominado dos veces al Premio en la categoría de mejor portadista. Sus potadas rebosan movimiento, hostilidad y violencia.
Con un dibujo sólido y eficaz, Richard Case se ocupó prácticamente de la totalidad de la parte artística de la etapa de Morrison, salvo contados descansos en los que fue sustituido por otros dibujantes como Doug Braithwaite. Su estilo era el ideal para esta historia tan alejada de los estereotipos tradicionales y tan abstracta en algunos momentos, ya que nos reflejaba a la perfección tanto los elementos menos sólidos (ideas, conceptos, entidades abstractas) como a los objetos y personajes más reales y arquetípicos.
Otro punto clave de esta serie fueron las geniales portadas que realizó el siempre agresivo (en su estilo de dibujo) Simon Bisley, autor ganador del Premio Eisner por su faceta como dibujante de interiores en 1992, pero que ha sido nominado dos veces al Premio en la categoría de mejor portadista. Sus potadas rebosan movimiento, hostilidad y violencia.
Edición
Qué podemos decir de la fabulosa nueva reedición que está realizando ECC Ediciones... sencillamente es la mejor posible. La etapa íntegra de Morrison será encuadrada en cuatro tomos cartoné (tapa dura), con portadas realizadas por el también ganador del Eisner, Brian Bolland, y con unos interesantes extras que muestran algunos bocetos y parte del proceso de creación de la obra. Con estos cuatro tomos de lujo podrás tener los cuatro años que supusieron la mejor etapa de la historia de La patrulla condenada.
Qué podemos decir de la fabulosa nueva reedición que está realizando ECC Ediciones... sencillamente es la mejor posible. La etapa íntegra de Morrison será encuadrada en cuatro tomos cartoné (tapa dura), con portadas realizadas por el también ganador del Eisner, Brian Bolland, y con unos interesantes extras que muestran algunos bocetos y parte del proceso de creación de la obra. Con estos cuatro tomos de lujo podrás tener los cuatro años que supusieron la mejor etapa de la historia de La patrulla condenada.
En conclusión...
Aunque el surrealismo es confuso y complicado de entender, provocando que muchas personas no encuentren el sentido de las obras, novelas o incluso cómics de este movimiento artístico, la obra de Morrison sí que tiene un sentido, un fin y una moraleja. Pero durante el camino a ese fin, Morrison aprovecha para reflejar un gran multitud de cuestiones que tienen que ver con el mundo de las ideas, con el subconsciente y, finalmente, con la idea del yo, definiendo a la humanidad más banal y normal en un cómic típico de superhéroes. Es por ello que es tan genial esta obra (y el resto de su extensa bibliografía), porque es capaz de humanizar a sus personajes al máximo y llegar hasta puntos que otros autores sólo consiguen soñar. En el plano meramente histórico, Doom Patrol se une a Animal Man, Sandman (Neil Gaiman) y La cosa del pantano (Alan Moore), como las colecciones que hicieron posible que se fundara Vertigo, tras el asalto del talento británico al cómic superheroico americano.
Aunque el surrealismo es confuso y complicado de entender, provocando que muchas personas no encuentren el sentido de las obras, novelas o incluso cómics de este movimiento artístico, la obra de Morrison sí que tiene un sentido, un fin y una moraleja. Pero durante el camino a ese fin, Morrison aprovecha para reflejar un gran multitud de cuestiones que tienen que ver con el mundo de las ideas, con el subconsciente y, finalmente, con la idea del yo, definiendo a la humanidad más banal y normal en un cómic típico de superhéroes. Es por ello que es tan genial esta obra (y el resto de su extensa bibliografía), porque es capaz de humanizar a sus personajes al máximo y llegar hasta puntos que otros autores sólo consiguen soñar. En el plano meramente histórico, Doom Patrol se une a Animal Man, Sandman (Neil Gaiman) y La cosa del pantano (Alan Moore), como las colecciones que hicieron posible que se fundara Vertigo, tras el asalto del talento británico al cómic superheroico americano.
Una obra magnífica en todos los sentidos e históricamente muy relevante para el devenir del mundo de los cómics de superhéroes estadounidenses. Una obra maestra.
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