"El viento acaricia la hierba de los prados. El corazón late con fuerza. Más adentro, más profundo. Sé tierra, sé viento. El viento ulula y cubre la tierra. Nuestra fuerza primitiva, la gloriosa sangre azul del lobo. Tú serás Lobo del Viento."
Ponent Mon recupera una de las obras más apasionantes e históricas de Jirō Taniguchi.
¿Te gustan las historias de samuráis? ¿y las historias sobre el Oeste? Pues el genial y único Jirō Taniguchi unió ambos conceptos en una historia repleta de datos históricos y una épica sin igual... ¡bienvenidos a Sky Hawk!
Veinte años llevaba Jirō Taniguchi con la idea de realizar un manga basado en el Oeste, un género poco convencional en el cómic japonés e incluso difícil de vender en aquel mercado. ¿Cómo podría hacerlo? Después de muchos años de investigación, finalmente se le ocurrió una idea maravillosa que mezclaría la historia estadounidense con el legado japonés: los primeros emigrantes japoneses que acabaron en tierras norteamericanas. Se trataba de un grupo de samuráis que habían perdido las Guerras Boshin y huyeron a los Estados Unidos, integrándose en aquella sociedad. Y tres años después de ese acontecimiento, en 1871, nos encontramos con los dos protagonistas de la trama, Hikozaburo y Manzo, personajes ficticios rodeados dentro de una trama que se basa y fundamenta en hechos históricos ocurridos durante aquella época, y con personajes reales, tanto líderes indios como blancos estadounidenses como el mismísimo Teniente Coronel Armostrong Custer.
"Has llegado del Oeste. Sobrevuelas la tierra como un halcón. Tus ojos son como dos obsidianas. Tienes garras de acero y alas de plata. Eres fuerte y elegante. Combinas la potencia y la finura. Los seres alados son mensajeros de Dios. Tú serás Halcón del Cielo."
Puntuación:
Publicación original: Sky Hawk (Ten No Taka), por Futabasha en 2002 Autor completo: Jirō Taniguchi Género: Samuráis, Western, Histórico
Páginas: 288 páginas, Blanco y negro, Orden de lectura oriental
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Trama
Después de haber tenido que abandonar su país, Japón, debido a la Restauración Meiji (1868), dos samuráis exiliados llamados Hikozaburo y Manzo se instalan en las montañas de Big Horn, en el territorio de Wyoming. Viviendo libres y sin problemas, se encuentran con una india embarazada llamada Ciervo Saltarín, que escapa de unos cazarrecompensas. Es entonces cuando entran en contacto por primera vez con la población india, salvando la vida de la chica y posteriormente integrándose en la población de los indios oglala, comandados por el carismático líder conocido como Caballo Loco. Descubren que muchos de sus principios como guerreros samuráis - como la lucha justa, el respeto por la naturaleza, etc. - están en concordancia con los principios de los indios, comenzando una aventura que les pondrá en guerra contra los hombres blancos estadounidenses, que no cumplen los tratados firmados y están invadiendo los territorios indios.
Desde el primer capítulo se puede comprobar la tendencia de Jirō Taniguchi a mostrarnos la perspectiva india desde un punto de vista en el que los colonos estadounidenses blancos eran unos auténticos traidores y una plaga para sus tierras. La codicia, la avaricia y el carácter belicista de éstos poco a poco van provocando que las tierras de los indios Sioux, Crow y Cheyennes vayan quedando cada vez más reducidas, primero por el paso de la locomotora, después por el descubrimiento de una mina de oro y, como siempre ha ocurrido en la historia norteamericana, los indios acaban pagando su confianza en los tratados con sangre y muerte. Es por ello que este relato, aunque es muy entretenido, didáctico y está repleto de honor samurái e indio, guarda un trasfondo profundamente dramático, y el autor aprovecha para relatarnos - con mucha base histórica (estuvo años estudiando la historia de los indios norteamericanos) - los hechos puntuales más relevantes de aquellos años - comprendidos entre 1871 y 1877, una historia de declive y pura locura minera y belicista, en los albores del capitalismo más salvaje y despiadado que nos ha perseguido hasta nuestro tiempos (y si no, observen lo que está ocurriendo con un oleoducto que quieren va a construir el gobierno de los Estados Unidos en los mismos territorios de los que escribe y dibuja Jirō Taniguchi, que está provocando que los Sioux se vuelvan a levantar contra el estado). Y es que, desgraciadamente, la historia se repite y se repite, dando vueltas sin parar y volviendo a la casilla de salida...
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Jirō Taniguchi, enamorado de la naturaleza
Es normal que para Taniguchi la perspectiva india sea atractiva. El respeto y amor por la naturaleza, el componente honorífico de muchas de las tribus indígenas de norteamérica y la enorme tragedia que rodea a esta historia es el mismo caldo de cultivo que suele utilizar el autor nipón en sus obras, sobre todo en el tema natural, donde ha creado títulos como La cumbre de los dioses o El viajero de la tundra, siempre con espectaculares imágenes y vistas panorámicas, animales fascinantes y realistas, y mostrando de cerca la supervivencia humana en climas extremos y muy peligrosos.
Pero Jirō no sólo se contenta por unir un sinfín de secuencias bellas, también busca plasmar sentimientos difíciles y profundos en sus personajes, que no se muestran nunca impasibles ante el dolor ajeno y se convierten en héroes inesperados de sus propias vidas. Las relaciones entre los personajes de sus obras, como en el caso de este manga, no son ni blancas ni negras, hay grises, hay antihéroes, personajes que cambian de bando o de opinión, individuos que no quieren hacer daño pero se ven obligados a ello y cómplices involuntarios de atrocidades contra la humanidad. Y al final, este es el gran legado del legendario Jirō Taniguchi, la mezcla perfecta entre imágenes apabullantes y fascinantes con el tema de la naturaleza siempre presente (un gran paisaje, un árbol, una cordillera, etc.) junto a sentimientos complicados, emociones difíciles de definir, con personajes profundos y complejos. El producto final resulta ser - en todos sus títulos - un manga adulto y original, y en el caso de Sky Hawk, cuenta con una base histórica espectacular, y nos relata un montón de datos sobre aquel periodo.
Nueva edición
Ponent Mon ha vuelto a poner a la venta este título en un tomo de edición rústica con solapas, 288 páginas y un precio bastante asequible (18 euros). Cuenta con 10 capítulos, una introducción escrita por el mismísimo Moebius (El Incal, Blueberry) y un epílogo del propio autor relatándonos el proceso creativo y sus ganas e ilusión de hacer esta historia.
En conclusión...
Belleza, historia, samuráis, indios, el séptimo de caballería del ejército de los Estados Unidos, batallas, épica, tragedia... Sky Hawk es todo esto y más. Es pura emoción y un manga que te hará reflexionar mientras te atraviesa el corazón tan profundo como una flecha india.
Aunque es triste comprobar que la historia se repite con el tema de los indios americanos y la explotación de sus zonas sagradas (y supuestamente protegidas), es magnífico comprobar que las apabullantes y fascinantes obras de Jirō Taniguchi son atemporales, repletas de actualidad y realmente emocionantes. Su forma de escribir y dibujar son poesía del manga, y siempre parecía hacer una oda hacia la naturaleza.
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