YOKO TSUNO: Un personaje de cómic femenino y feminista



''¿Dónde acaba la mecánica pensante y empieza la conciencia que define al ser? La frontera es sutil.''  Roger Leloup

Yoko Tsuno: Robots de aquí y allá, de Ponent Mon, recopila las primeras aventuras jamás publicadas sobre Yoko Tsuno, 'Aventuras electrónicas' (1970-1971), además de dos tomos de los años 90, 'Los exiliados de Kifa' (1990-1991) y 'La puerta de las almas' (1996), cuando ya el personaje estaba totalmente asentado y cumplía su 20 aniversario, veinte años defendiendo no sólo las mejores aventuras posibles dentro de la ciencia ficción cósmica y de robots, sino también la igualdad entre hombres y mujeres dentro del cómic franco-belga, la bande dessinée.

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Aventuras electrónicas: La primera heroína de la bande dessinée


Si hay un personaje que ha roto barreras dentro del mundo del cómic, esa ha sido Yoko Tsuno, la primera heroína de la historia del cómic franco-belga y una de las más primigenias del cómic europeo. Hizo su debut el 24 de septiembre de 1970 en la revista Spirou, creada por Roger Leloup (Bélgica, 1933), y muy rápidamente se convertiría en uno de los personajes más especiales y queridos del cómic franco-belga. Dos años atrás, Leloup había concebido los rasgos de este personaje en un trozo de papel, e, inicialmente, Yoko iba a formar parte de un dúo de personajes... ¡pero finalmente su autor se atrevería a concebirla como personaje totalmente independiente y líder de su propio título! Su primera historia fue 'Atraco en alta fidelidad', una historia que leída ahora se aleja muchísimo del concepto actual del personaje - que cuenta con 47 años de historia editorial (en julio de 2018) -, donde, en primer lugar, no existían conceptos de alta ciencia ficción y cósmica como actualmente. En aquellos momentos, nuestra heroína japonesa vivía en Europa y poco hacía pensar que se trasladaría a los confines del espacio, al planeta Vinea y el resto de planetas de aquella lejana galaxia. Sus historias iniciales eran aventuras en la ciudad, o el campo, en las que Yoko Tsuno demostraba su gran habilidad para la tecnología y la electrónica, mostrando inventos que parecían sacados de Tesla o complejos instrumentos que bien podrían haber sido concebidos en novelas de Julio Verne... pero poco parecía pronosticar que finalmente el status quo del personaje se trasladaría hacia las estrellas. 

''Escogí el tema Hi Fi (ciencia ficción) , que era como llamábamos en su momento a la alta fidelidad, para sentar las bases de la especialidad de Yoko, la electrónica.'' - Roger Leloup

Primera viñeta de Yoko Tsuno, septiembre de 1970, con el ciclomotor 'Amigo', de Honda:

Es curioso observar en estas primeras historia de Yoko: 'La bella y la bestia'; 'Rumbo 351'; 'Miel para Yoko' y 'La araña que volaba', publicadas entre 1970 y 1971, cómo ha evolucionado la tecnología desde la década de los años 70 hasta la actualidad: vehículos, ordenadores (computadoras), vestimentas, costumbres (como la de fumar en lugares de trabajo, como bancos, por ejemplos...) y muchos más detalles pueden ser descubiertos con asombro por los lectores más ávidos. Por otro lado, resulta curiosa la anécdota por la cual la marca Honda le regaló a Roger Leloup dos ciclomotores después de que este hubiera reproducido en las aventuras de Yoko dos de los modelos más populares de la marca: un Amigo y una DAX.


''Tras la publicación de estos relatos, Honda Bélgica me hizo un regalo sorpresa.'' - Roger Leloup

Roger Leloup era amante de las motocicletas y ciclomotores de Honda, y no dudaba en dibujarlas al detalle:

Roger Leloup: Autor completo de las aventuras de Yoko Tsuno


Aunque las primeras aventuras de Yoko tenían guión compartido de Leloup y Maurice Tillieux, es importante destacar que realmente quien concibió al personaje fue Leloup. Tillieux tenía más renombre por aquel entonces que el otro, debido a su veteranía y sus creaciones: Félix, Marco Jaguar y Gil Pupila. Nació en 1921 y falleció en 1978 en un accidente de tráfico. Roger Leloup realizaba los bocetos y el guión, y Tillieux borraba y añadía varios detalles propios, sin cambiar demasiado. La colaboración entre ambos se basaba, sobre todo, en la necesidad de cobrar más por el trabajo debido a que Leloup, al ser novel, no tenía tanto caché y hubiera cobrado en solitario muy poco. De todos modos, tras un año juntos Tillieux le dijo a su compañero ''eres totalmente capaz de escribir guiones tú solo. ¡No pienso seguir ganando dinero a tu costa!'' En ese momento, en enero de 1971, Roger Leloup pasaría a ser un autor completo de su obra.


Yoko Tsuno: Los exiliados de Kifa


Publicado originalmente en 1990, en ese momento Yoko Tsuno cumplía 20 años de publicación, con un Roger Leloup más veterano y metido de lleno en las aventuras de carácter cósmico. Precisamente este arco fue realizado cuando la fama de la serie estaba en un punto bastante álgido, momento en el que desde la dirección de la editorial le pidieron al autor que realizara un personaje nuevo, más mono, pequeño y adorable, con la intención de realizar una serie de dibujos animados y poder vender ''juguetes y merchandising''. Según palabras del autor, lo que le propusieron inicialmente era horrendo, una especie de peluche que no pegaba ni tenía coherencia con los relatos de la serie de cómics... por lo que desechó la idea inicial y concibió un robot con su propia perspectiva y punto de vista. Así nacería un personaje secundario trascendental para años venideros y que le permitiría afrontar nuevos retos artísticos: el robot Myna. Y, a pesar de que la serie de dibujos animados no funcionó finalmente, el personaje sí que se quedó en la serie.

''Al igual que sus semejantes, es un juguete construido para hacerse cargo de los niños, una muñeca dotada de poderes excepcionales, auténtico ordenador con patas capaz de modificar su programación dependiendo de la situación. Por lo tanto, tiene la misma posibilidad de toma de decisiones que un ser humano.'' - Roger Leloup

Myna, el nuevo robot de la serie:

Yoko Tsuno: La puerta de las almas


Puntuación:
Publicación española: Publicado en 2018 por Ponent Mon
Publicación original: Este tomo recopila los tres siguientes álbumes de Yoko Tsuno: Aventures électroniques (1970-1971) - las primeras aventuras de Yoko Tsuno, publicadas a partir de septiembre de 1970 -, Les exilés de Kifa (1990-1991), La porte des ames (1996), publicados en la revista Spirou y recopilados por Dupuis
Autor completo: Roger Leloup
Género: Ciencia Ficción, Bande dessinée
Formato: Cartoné,  21'6 x 28'6 cm
Páginas: 176 páginas, Color
Precio: 34,00 euros

Poco a poco pasaban los años y Roger Leloup buscaba mejorar las ya de por sí geniales historias de ciencia ficción de su obra maestra. Sus conceptos y definiciones eran cada vez más complejos y el mundo/universo de Yoko iba creciendo por momentos. Y es en 'La puerta de las almas' donde comienza a indagar con fuerza hasta qué punto la inteligencia artificial se puede convertir en conciencia de vida. ¿Puede un robot estar vivo? ¿Se pueden transmutar almas? Poco a poco, sin conceptos religiosos de por medio, algo que para su autor es imprescindible, fue ahondando en esta idea en este volumen, aunque él nunca estuvo demasiado contento por no haber podido tratar el tema en profundidad, dentro de su absoluto perfeccionismo:

''La bande dessinée no deja de ser, todavía, un medio relativamente limitado para este tipo de historias tan introspectivas que requieren cierta inmersión en el pensamiento de los protagonistas. ¡Tendría que haber escrito una novela.'' - Roger Leloup

Estos comentarios muestran hasta qué grado es de perfeccionista su autor, que busca la excelencia en cada frase, en cada viñeta y en cada dibujo. En este volumen aparecen nuevos personaje que hacen crecer el mito de Vinea hasta puntos insospechados.


Yoko Tsuno, un personaje femenino y feminista


Tsuno no sólo es una mujer, sino que ella misma es feminista y sus historias son feministas. El feminismo es igualdad entre hombres y mujeres, y esto es lo que representa esta serie, escrita por un hombre, Roger Leloup, que no quiso mostrar sus fantasías eróticas ni buscaba mostrar diferencias entre sexos. Retrató a una mujer que tiene los mismos sueños que podría tener un hombre, sin ninguna limitación cultural por su sexo. Yoko Tsuno es aventurera, valiente, no necesita de ningún hombre para que la venga a salvar de un villano malévolo, y, sobre todo, no tiene que luchar contra todos los prejuicios sexistas que tanto hemos visto en los cómics. Su traje es normal, no está totalmente erotizado... es decir, que cualquier niña o niño que se acerque a esta lectura fantaseará exclusivamente con viajar y soñar con las estrellas, descubrir nuevos mundos, sin importar la condición sexual... ¡ni racial! También hay que tener en cuenta que el personaje es asiático, otro tabú que rompió Roger Leloup, donde se olvida de estereotipos y muestra un personaje totalmente natural y sin complejos, viajando por Europa sin tener que aguantar los prejuicios raciales que todavía existen en nuestra sociedad.

''No son las heroínas actuales quienes revelan sus encantos intelectuales o sexuales, sino los dibujantes o escritores que piensan que son modernos al  hacerlo en su nombre. (...) Yoko es una serie para todos los públicos y nunca pasará a la sección para adultos... Está allí para hacer que los adolescentes sueñen con vivir las aventuras con ella y para recordar a los adultos los adolescentes que fueron y sus sueños de juventud.'' - Roger Leloup



Edición


Ponent Mon está publicando la fantástica edición integral de Yoko Tsuno en formato de lujo: cartoné; páginas de gran calidad y color; traducción perfecta... Un ejemplo de cómo distribuir un clásico como este. El tomo tiene muchas páginas extras iniciales con descripciones y comentarios del autor, cada cual más interesante.


En conclusión...


Yoko Tsuno es un título complejo a nivel narrativo, con muchos personajes y muchos conceptos, que van desde la ciencia ficción cósmica hasta la metafísica y el existencialismo, sin ahondar profundamente en ninguno de ellos pero ofreciendo retazos que permiten al lector reflexionar sobre un futuro repleto de robots y planetas lejanos llenos de vida. Por otro lado, Leloup nos muestra con pasión y esmero su profunda admiración por los vehículos de todo tipo, desde vehículos convencionales como motocicletas y ciclomotores, hasta naves espaciales ideadas por su imaginativa psique, todo ello con un personaje femenino que trasciende el papel y empodera la figura de la mujer, sin ninguna limitación ni sesgo cultural ni racial. Un ejemplo de que el cómic puede ser cultura e incluso cambiarla.





Una obra maestra, no sólo por el perfeccionismo absoluto de sus dibujos y planteamientos futuristas, sino por haber roto fronteras y el techo de cristal que existía en el cómic franco-belga a principios de los años 70.


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