SHANGRI-LA - Ciencia ficción de 'grande qualité'




Shangri-La es una espectacular novela gráfica de ciencia ficción creada por Mathieu Bablet (guión, dibujo, color), que fue publicada originalmente en el mercado franco-belga por Ankama Éditions en 2016, y por Dibbuks en castellano en el año 2017, y ya cuenta con su tercera reedición. Un best seller que engancha por su impactante guión y sus apabullantes dibujos del espacio. Ocupa el puesto 33 en nuestro top de 'mejores cómics de ciencia ficción'.

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"No quisiera insultar vuestra inteligencia, pero debo recordaros que por culpa de los humanos ya no quedan perros. Mi especie y yo mismo disfrutamos de los mismos derechos que vosotros."

Puntuación:
Publicación en España: Dibbuks
Publicación original: Shangri-La, por Ankama Éditions en 2016
Autor completo: Mathieu Bablet
Género: Ciencia Ficción
Formato: Cartoné, 24 x 32 cm
Páginas: 224 páginas, Color
Precio: 28,00 euros

La ciencia ficción es un género apasionante que se ha conseguido diversificar de forma enorme durante más de un siglo de historias en cine, novelas y cómics, con subgéneros de todo tipo, desde la famosa ópera espacial que podemos disfrutar en Star Wars o Flash Gordon, la distopía de Mad Max, o el cyberpunk de Judge Dredd o Blade Runner. Pero uno de los subgéneros más fascinantes es la ciencia ficción hard (realista) y la rama futurista. Shangri-La es un cómic de ciencia ficción hard, futurista y espacial.

Toda la trama de Shangri-La ocurre en el espacio y nos traslada cientos de años en el futuro. La humanidad ha acabado por hacer irrespirable el aire de la Tierra, por lo que deben vivir confinados en una enorme nave espacial, dominada por un conglomerado empresarial que lo controla todo y, supuestamente, los habitantes viven en una 'sociedad perfecta'. En ella también existen los animoides, animales modificados para vivir como humanos, y la convivencia no es tan buena como parece... Mientras tanto, el protagonista de la historia se debate entre su amor por la vida que lleva en la nave y la fuerza revolucionaria que está creciendo poco a poco debido a las quejas por esta vida no tan 'perfecta' en la nave. Pero, a medida que avanza la trama, vamos descubriendo que nada parece ser como parece y el frágil equilibrio de la nave está a punto de cambiar para siempre.

El subgénero de ciencia ficción hard lo encontramos de inmediato debido al tono hiperrealista de la trama, donde lo que ocurre es fácilmente plasmable en un futuro lejano. Quizá el concepto de los animoides resulta más fantástico, pero el planteamiento y cómo se llega a ese punto es genial, concienzudamente planificado y bien planteado a nivel social y científico. Mathieu Bablet coloca a esta subespecie - por así decirlo, porque son diferentes especies animales los que los forman - como una minoría social, y los convierte en una especie de fuga de la ira de un grupo de humanos, y su presencia es explicada y se entiende a la perfección. Por otro lado, el lado 'hard' también lo encontramos en las naves y los aspectos más sociales de la convivencia y del día a día de la gran nave espacial. Bablet plasma a la perfección esta nueva sociedad.

"¡Pero vamos a ver! ¿No te parece raro que te pidan buscar en laboratorios de investigaciones atómicas la presencia de un fenómeno inexplicable, y a la vez destruir sistemáticamente toda prueba de la existencia de ese fenómeno?"


Por otro lado, el lado futurista es plasmado sencillamente porque la historia se coloca siglos en el futuro. Las naves, la tecnología y muchos elementos son futuristas... pero ciertamente realistas. Por último, dentro de los subgéneros a los que pertenece Shangri-La, también nos encontramos ante una obra puramente espacial, donde Bablet muestra unas imágenes panorámicas apabullantes del cielo estrellado, naves espaciales, planetas espectaculares... maravilloso.


"Estoy desconcertado. No tengo explicación. Esas esferas explotan como por arte de magia... y... Tianzhu Enterprises me niega el acceso a los datos de las investigaciones de las estaciones afectadas."

La narrativa del cómic es inteligente, intrigante, detallista, y, sobre todo, compleja. Puede resultar algunas veces algo densa, y es porque el autor quiere que el lector se traslade al ambiente inquietante y apretado de la nave. ¿Una sociedad entera viviendo dentro de una nave espacial? Utilizando una gama de colores amarillentas, Bablet es capaz de trasladar la atmósfera asfixiante e inquietante que se respira en muchos momentos de la historia, en contraposición al espacio, azul, blanco, coloreado, oscuro y frío, pero con mucha más amplitud que en la nave. Algo de lo que no se puede quejar ni un sólo lector es de la duración de la obra: 224 páginas que no pasan rápidamente, incrementando las horas de lectura de una novela gráfica profundamente inmersiva y que nos cambia la forma de apreciar cómo será el futuro de la humanidad. Los dibujos de Bablet son fascinantes. Destaca más en la elaboración de paisajes, entornos y naves que en la representación de humanos, y sus animoides son espectaculares. En muchos momentos es puro arte. Puro sci fi.


Edición


El tomo publicado por Dibbuks en castellano ya ha superado la tercera edición, y no es para menos. Es un tomo bellísimo, enorme, con un tamaño de 24 x 32 cm, lo que lo convierte en uno de los cómics más grandes del mercado, además de tener un precio muy razonable - 28 euros - para la pedazo de edición que representa, además de que tiene una traducción, un color y unas páginas perfectas.


En conclusión...


¿Te gusta la ciencia ficción hard y futurista? Este es tu cómic. ¿Te gustan las historias sobre el espacio? Esta es tu obra. Bablet crea enteramente y sin ayuda una de las quintaesencias de la ciencia ficción, con una novela gráfica adulta, inquietante, detallista e inteligente, que nos traslada al espacio en una atmósfera fascinante y con una evolución de la historia apabullante. La brutalidad de la historia, su honestidad con respecto a la gravedad de la situación del planeta a nivel ecológico, y sobre todo, el grado de realismo de la sociedad, reflejando todas nuestras fallas y estereotipos, hacen que Shangri-La sea irremediablemente y sin cortapisas, una obra maestra.


Portada e interior








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