¡ECC Ediciones está recopilando la etapa completa de Grant Morrison en Animal Man!
El primer volumen - de tres - de 'Animal Man de Grant Morrison' (dentro de la 'Biblioteca Grant Morrison' de ECC) recopila los números 1 al 9 de la serie Animal Man vol. 1, publicados entre septiembre de 1988 hasta marzo de 1989, con guión de Morrison (All Star Superman) y dibujos de Chaz Truog, y siempre con las impactantes portadas de Brian Bolland (Batman: La broma asesina), ganador del Eisner en la categoría de portadista en varias ocasiones. Lo que nos espera con esta serie es un camino repleto de talento, aventuras y una redefinición como nunca se había visto antes del género superheroico.
Cuando los aficionados más veteranos del universo DC y el cómic norteamericano en general se ponen a recordar títulos clásicos que hubieran reformulado el género de los superhéroes en la década de los años 80, suelen comenzar hablando de obras maestras muy conocidas como Watchmen, The Dark Knight Returns o la etapa de Alan Moore al frente de La cosa del pantano, pero inexorablemente también acaban nombrando al Animal Man de Grant Morrison ya que este título es una de las quintaesencias del cómic superheroico, con un enfoque profundamente novedoso en aquellos dulces años y que sigue siendo una enorme influencia para otros trabajos más actuales. Y es que pensar en Animal Man es imaginar esta etapa.
Grant Morrison nació en Escocia y aunque pareciera difícil imaginar que un autor británico iba a triunfar de la manera que lo hace en el cómic USA, a mediados de los años 80, DC Comics decidió apostar por autores de prestigio del continente europeo y de las islas británicas en particular. Alan Moore arribó en La cosa del pantano, Neil Gaiman en The Sandman y Morrison no tuvo demasiado difícil acabar en DC con este panorama de increíble talento. Su primera etapa en la editorial norteamericana fue trabajar en el guión de Animal Man a partir de 1988 y de Doom Patrol en 1989, además de realizar uno de los mayores best sellers de DC, Batman: Arkham Asylum, con un nivel de ventas tan grande que le hizo rico, sin ninguna duda.
Su labor en Animal Man se dividió en dos partes más o menos bien segmentadas en cuanto a arcos narrativos se refiere. En primer lugar, en 'El zoo humano' Morrison tanteó al personaje: se construyó un arquetipo preguntándose qué diría un hombre unido a los animales siendo capaz de sentirlos e incluso captar sus poderes y habilidades. Pues sería un hombre profundamente ecologista, además de vegetariano y con una moral situada del lado animal, sin lugar a dudas. Es por eso que la andadura, en sus compases iniciales, nos presenta dilemas interesantes que se sitúan, sin lugar a dudas, en la filosofía práctica con preguntas (y respuestas incómodas). Y así, unido a esta retórica ecologista aparecen monstruos deformes creados en laboratorios científicos donde se produce experimentación animal, surgen seres mitad hombres mitad animales, resaltando su fiereza, y aparecen personajes como el Dios Blanco del Kilimanjaro, un personaje radical en cuanto a ideas ecologistas, con métodos furtivos y letales.
"Siente el aliento cálido de África en su piel... Siente los vientos fríos y anestesiantes de la cima del Kilimanjaro. El corre. Y no siente nada. Nada de nada."
Animal Man contra el Dios Blanco del Kilimanjaro... |
De todos modos, ya en el capítulo 5 (Animal Man #5) nos encontramos con una de las tramas más aclamadas de la etapa Morrison: El evangelio del coyote, una historia que nos relata la historia de un coyote (aparentemente el que va en busca del Correcaminos, de Warner Bros.) que ha escapado de su realidad de dibujos animados y se encuentra en la fría, dura y oscura realidad repleta de sangre. Es un relato sangriento sin duda alguna, pero que esconde los primeros matices de la grandeza de este Animal Man. Comienza a explorar que hay más allá del cómic, de los dibujos animados, de sus propias realidades, de sus universos y el metaverso en conjunto. Es el momento en el que Morrison coloca la primera piedra del camino a la locura de Animal Man.
"¿Tienes idea de las condiciones terribles que viven estos animales antes de que los lleven al matadero?"
El sexto número (Animal Man #6) es un capítulo que entra de lleno en el crossover de aquellos años, Invasión, en la que como dice el propio título, la Tierra sufre la invasión de una coalición de especies alienígenas que ven un peligro más que potencial la cantidad de metahumanos que existen en este planeta. Animal Man debe enfrentarse a una thangariana (especie de la que proviene Hawkgirl), en un duelo de altura en el que, por otro lado y como trasfondo, Morrison nos adentra en la cultura de esta cruel, guerrera y despiadada especie alienígena. Otra muestra más del indudable talento de Grant Morrison.
Por último, destacamos Animal Man #7, donde pasamos a una historia más pequeña pero más emocional en la que Animal Man se encuentra con un antiguo supervillano venido a menos que quiere saltar de un edificio y suicidarse. Animal Man se pasa el capítulo entero intentando convencerle de lo contrario, mientras el villano repasa su vida.
Portada Animal Man #7, de Brian Bolland |
Edición
ECC Ediciones está recuperando toda la obra de Grant Morrison en Vertigo/DC en una estupenda colección de tomos cartoné llamada 'Biblioteca Grant Morrison', con otros títulos como Flex Mentallo, We3, Kid Eternity o Los Invisibles. 240 páginas a 25 euros.
Animal Man de Grant Morrison es historia del cómic USA, siendo uno de los mejores títulos de la historia de DC Comics, de la carrera de Grant Morrison y del cómic en general, rompiendo todos los patrones establecidos anteriormente en el género superheroico realizando una obra narrada de forma adulta, con tono filosófico y con reflexiones profundas e interesantes. El dibujo de Chaz Truog y las portadas de Brian Bolland nos trasladan directamente a finales de los 80, con todo ese aroma rompedor del momento. Una obra maestra y punto.
En conclusión...
Animal Man de Grant Morrison es historia del cómic USA, siendo uno de los mejores títulos de la historia de DC Comics, de la carrera de Grant Morrison y del cómic en general, rompiendo todos los patrones establecidos anteriormente en el género superheroico realizando una obra narrada de forma adulta, con tono filosófico y con reflexiones profundas e interesantes. El dibujo de Chaz Truog y las portadas de Brian Bolland nos trasladan directamente a finales de los 80, con todo ese aroma rompedor del momento. Una obra maestra y punto.
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